El pasado 30 de diciembre de 2007, se produce una gran manifestación en la Plaza Colón de Madrid, convocada por la Conferencia Episcopal, es decir, los Obispos españoles. Está al frente de la misma el cardenal arzobispo de Madrid, el gallego de Ourense, Antonio María Rouco Varela, quien ha lanzado un claro mensaje a la familia cristiana: “el progreso es una ilusión y no hay salvación fuera de la Iglesia”, el adalid de la familia católica se alza únicamente en favor de este tipo de familia, la católica, excluyendo, con una intolerancia asombrosa, al resto de familias posibles.
Que los obispos ejerzan un derecho fundamental no puede ser la base de ninguna de las críticas que se les pueda hacer, que son muchas. Por ejemplo, extraña que la Iglesia católica no haya encontrado nunca ningún otro motivo (ni las guerras ni el 0,7% ni tantas injusticias) para salir a la calle, y con esta contundencia. Pero el mayor reproche a los convocantes es que no reclaman la protección de un derecho, sino que exigen que se prive de él a otros ciudadanos. Porque la manifestación no se limita a defender la concepción cristiana de la familia, como dicen sus organizadores, sino que pretende imponerla, para que el matrimonio civil sea una reproducción fiel del canónico, sin importar la opinión de la mayoría de los españoles y de sus representantes parlamentarios. Y esa reclamación, aunque se defienda con una de las herramientas de la democracia, no tiene mucho de democrática.
La familia es algo mucho más amplio y no solo el concepto de familia que nos intentó a lo largo de los siglos inculcar la iglesia católica.
A la familia, hay que defenderla en sus diferentes variedades, independientemente de la religión que profesen sus miembros. Los distintos tipos de familias que se dan actualmente en España, son:
FAMILIA SANGUÍNEA
FAMILIA NUCLEAR
FAMILIA RECOMPUESTA
FAMILIA MONOPARENTAL
FAMILIA MONOMARENTAL
FAMILIA HOMOPARENTAL
FAMILIA HOMOMARENTAL
Que los obispos ejerzan un derecho fundamental no puede ser la base de ninguna de las críticas que se les pueda hacer, que son muchas. Por ejemplo, extraña que la Iglesia católica no haya encontrado nunca ningún otro motivo (ni las guerras ni el 0,7% ni tantas injusticias) para salir a la calle, y con esta contundencia. Pero el mayor reproche a los convocantes es que no reclaman la protección de un derecho, sino que exigen que se prive de él a otros ciudadanos. Porque la manifestación no se limita a defender la concepción cristiana de la familia, como dicen sus organizadores, sino que pretende imponerla, para que el matrimonio civil sea una reproducción fiel del canónico, sin importar la opinión de la mayoría de los españoles y de sus representantes parlamentarios. Y esa reclamación, aunque se defienda con una de las herramientas de la democracia, no tiene mucho de democrática.
La familia es algo mucho más amplio y no solo el concepto de familia que nos intentó a lo largo de los siglos inculcar la iglesia católica.
A la familia, hay que defenderla en sus diferentes variedades, independientemente de la religión que profesen sus miembros. Los distintos tipos de familias que se dan actualmente en España, son:
FAMILIA SANGUÍNEA
FAMILIA NUCLEAR
FAMILIA RECOMPUESTA
FAMILIA MONOPARENTAL
FAMILIA MONOMARENTAL
FAMILIA HOMOPARENTAL
FAMILIA HOMOMARENTAL
